Ábaco
El ábaco es una calculadora. Se usa actualmente en muchos países para sumar, restar, multiplicar, dividir y hacer otras operaciones matemáticas con rapidez y exactitud.
Seguramente conoces algunos ábacos. El más común parece ser el que utilizan algunas escuelas para que los niños de preescolar aprendan a contar. También se utiliza otro ábaco en los lugares donde se juega billar, en las andaderas de los bebés y hasta en objetos religiosos.
Históricamente, la cuentas ensartadas han sido utilizadas por muchos pueblos para llevar las cuentas: unas de esas cuentas son de prácticas religiosas, quizá por el simbolismo mágico que originalmente tuvieron los números.
Según el relato de La lluvia verde de Yassouf, escrito por Israel Shamir, “los hombres del Oriente llevan cuentas “mesbaha” de madera o piedra en sus muñecas, que les recuerdan la oración y calman sus nervios”.
APRENDIZAJE SINÁPTICO DE LA MATEMÁTICA
Durante muchos siglos se ha discutido sobre el contenido de la matemática, pues su significado etimológico tiene más que ver con el aprendizaje que con los números o sus correlatos. En efecto, matemática proviene de la raíz griega (mathema) que significa cosa aprendida, --palabras griegas tales como:
-
acción de aprender, deseo de aprender, educación;
-
discípulo;
-
que puede aprenderse, provienen de la misma raíz indoeuropea mendh que significa aprender.
El aprendizaje sináptico de la matemática considera que ésta es ante todo un lenguaje que permite al ser humano estar-en-el-mundo de una manera particular, y representar la realidad como un producto de la actividad social humana. Como lenguaje, la matemática estudia y analiza tanto las formas lógicas como los diversos usos y contextos que generan relaciones con lo concreto, lo abstracto y aún con lo imaginario.
Por ser lenguaje, la matemática está constituida por signos intersubjetivos que hacen posible la comunicación. Las referencias fundamentales que realiza la matemática dicen relación con cantidad, orden, dimensión, forma en primera instancia, pero también traman la interrelación entre ellas: así, por ejemplo, movimiento, espacio, tiempo, etc.
CIPAE sostiene que es posible abordar el aprendizaje de la matemática con el espíritu que hoy día se aborda el saber humano: buscando los elementos simples (partículas, fuerzas o componentes) que configuran la materia, la vida, la mente, la persona humana, etc. Por ello afirma que la matemática es un lenguaje que posibilita expresar ideas de forma, cantidad, tamaño y orden y trabajar con ellas para entender el mundo, relacionarse con él y transformarlo.
Uno de los mejores instrumentos para el aprendizaje de este lenguaje es el ÁBACO cuya sencillez y fácil comprensión permiten utilizar intencionalmente la plasticidad del cerebro basada en la capacidad de cambio estructural-funcional tanto en su campo conexional como en el relacional.
CIPAE ha trabajado en el estudio, aprendizaje y difusión del ábaco durante más de ocho lustros vinculándolos con aprendizaje sináptico de otros lenguajes.